Juernes, en el restaurante La Chulapa de Alcalá.

Duérmete pronto mi amor

Que la noche ya llegó

 

Y cierra tus ojos que yo

De tus sueños cuidaré

Siempre a tu lado estaré

 

Y tu guardián yo seré

Toda la vida

Si un día te sientes mal

Yo de bien te llenaré

 

Y aunque muy lejos estés

Yo a tu sombra cuidaré

Siempre a tu lado estaré

 

Y tu guardián yo seré

Toda la vida

Esta noche

Te prometo que no vendrán

Ni dragones ni fantasmas a molestar

 

Y en la puerta de tus sueños yo voy a estar

Hasta que tus ojos vuelvan a abrir

 

Duérmete mi  amor sueña con mi voz

Duérmete mi amor hasta que salga el sol

Duérmete mi amor sueña con mi voz

Duérmete mi amor que aquí estaré yo

 

Tu guardián. Juanes

 

 

Hoy, de camino al trabajo, venía escuchando esta canción  y pensaba: ¡Que bueno es tener alguien a quien poder abrazar y dormir susurrando esta nana!. Y también lo es, saber que a ti te han cantado, no esta, pero sí tantas otras, porque eso significa que te han querido tanto como tu quieres ahora.

 

En un mundo como esté, que está tan loco y pasan tantas desgracias cada día, querer y sentirte querido es la mayor felicidad que podemos tener. A veces, se nos olvida que no hacen falta tantas cosas para ser feliz. Querer, sentirte amado y poder darte de vez en cuando algún pequeño capricho no me parece una mala fórmula de la felicidad.

 

Mi capricho de esta semana, una cena con mi marido. ¿Donde?, en La Chulapa de Alcalá, Madrid.

Sex, love, Rock N Roll and… ¡Magro con tomate!. La leyenda de la Música.

Una buena combinación para un viernes noche.

 

La leyenda de la Música es una buena opción  para tapear con amigos, en pareja y también con la familia.  Se encuentra en Valdemoro, en la Glorieta de las Amazonas, un poco retirado del centro. Si no eres muy amigo del ejercicio físico, no te queda otra que ir en coche, pero, no hay problemas para encontrar aparcamiento.

 

Aunque Jose ya me había hablado este bar,  entré por casualidad una tarde que había quedado con una amiga para tomar café y la verdad, no encontramos otro sitio más cercano en el que nos apeteciese entrar. Así que probamos suerte, ya que desde fuera no se podía ver que había dentro y al entrar, nos llevamos una grata sorpresa. Me gustó, no precisamente por el café, sino por el sitio en sí y por su carta, en la cual, podemos encontrar un poquito de todo: Raciones, baguettes, hamburguesas, sandwiches, tostas , postres caseros, desayunos, una amplia variedad de bebidas y tapas.

Desconectando de un largo miércoles. Taberna EL BUHO en Valdemoro.

Cuando me decía la gente… «Huy , ya verás cuando le salgan los dientes, lo pasan de mal los pobres», yo decía, «bueno, tampoco será para tanto». Y ahora pienso: «¡A ver si aprendo un día de estos a meterme la lengua donde me quepa!».