Una hoja en blanco y un lápiz, aunque sea gastado, para subirnos de nuevo a esta noria que es la vida. A veces, es solo eso. Un nuevo comienzo, romper la última página, o quizás archivarla. Todo depende del daño que te haga leerla, de la tinta que hayas gastado.
Un garabato olvidado, un trazo nuevo que dibuja una sonrisa en tu cara, una pulsación más acelerada, que nos dice que vamos por el camino deseado, erróneo o correcto, ¿qué importa?, es el elegido,nuestro y al fin y al cabo eso está bien.
Hay trazos que seguirán acompañándonos a lo largo de nuestra historia, otros se irán perdiendo, se desdibujarán. Tal vez no supimos darles el matiz preciso, o puede que quisieran brillar demasiado. También hay sombras que no son el resultado que cabría esperar con respecto al tiempo dedicado.
Pero, aún con todo, la vida es un lienzo que te permite encontrar nuevos colores y a su vez, permite armonizarlos con los que ya forman parte de tu paleta. Algunos reviven y otros se secan.
Y así seguiremos. Mientras haya un suspiro, mientras nos quede aliento. Elegiremos nuestro camino una y otra vez, las veces que sean necesarias. Puesto que el punto y final aun no ha llegado, y mientras tanto hay tiempo.
Hoy me apetece retomar, retomar buenos hábitos, y este, mi humilde Blog, es uno de ellos, así que aquí os dejo esta entrada que os habla de un pequeño, pero a su vez gran restaurante de cocina argentina. Ché Pibita.