Creo, sin duda, que tener carácter es bueno. Es positivo contar con esa chispa, con esa energía, que te ayuda a conseguir muchos de tus objetivos. Sin embargo, en ocasiones, puede que ese carácter vaya acompañado de mal genio, y esto, ya no es tan bueno, pues el «mal genio» puede definirse, incluso, como algo totalmente opuesto.
Estoy convencida de que nadie quiere tener mal genio.
El carácter se controla, se dirige hacía unos objetivos, te ayuda en las relaciones, te ayuda a reflexionar, a tener autodisciplina y a ser asertivo, mientras que el mal genio, es algo que te desborda, difícil de controlar, ya que es un acto visceral. Nos inunda y cuando dejamos que brote, nos convierte en un ser gritón con el que no se puede razonar y que sólo quiere imponer su punto de vista.
Todos aquellos que tenemos mal genio, intuimos que no es bueno. ¿Por qué?. La razón es simple: Porque nos hace sentir mal, y algo que te hace sentir mal, no puede ser bueno.
Pero, el mal genio no es fácil de controlar, los que lo tenemos, venimos de serie con ello. No queremos perder el control, lo intentamos. No nos gusta explotar, no nos gusta que nos recriminen por ello. Y, aunque a veces nos cueste, intentamos cambiar.
7 Consejos para intentar controlar el mal genio:
1. Utiliza recursos que te pongan de buen humor. Por ejemplo, escuchar música, ver algo que te guste en la TV, una película positiva…
2. Autocontrol. Cuenta hasta 10 antes de explotar. Luego, si no puedes más, explota. La próxima vez tendrás que contar hasta 20 y la siguiente hasta 30. Tómalo cómo un juego si quieres. También ayuda concentrarte en alguna tarea.
3. Aléjate, en la medida de lo posible, de las cosas y situaciones que te hacen enfadar. También de la gente que esté de mal humor. De la misma forma, intenta contagiarte de la alegría de los demás.
4. Dormir. Dormir, dormir. (Hay que buscar la manera de descansar). Algún día escribiré un post sobre la importancia de dormir bien. Cuidarse físicamente también ayuda, pues sentirte bien hace que estés de mejor humor.
5. No hay que encerrarse en uno mismo. ¿Te sientes mal?. ¿Estás de mal humor?. Cuéntaselo a alguien. ¿Un café en compañía?. Ayuda y mucho.
6. Aunque a veces no lo parezca, recuerda que no son los demás los que tienen la culpa de tu mal humor. En general, la gente no intenta complicarte la existencia, sino todo lo contrario. ¿Por qué pagarlo, además, con las personas a las que más le importas?. ¿Por qué estropear momentos?. ¿Por qué estropear días?.
7. Busca tiempo para hacer algo que te guste: En mi caso, tengo comprobado que la semana que puedo ir a zumba o a bailar, me siento mucho mejor, me enfado menos. Y por supuesto, salir a comer o a cenar a algún restaurante nuevo también me vale. 😉
Esta semana, al gimnasio he ido más bien poco, pero sí puedo hablaros de un nuevo restaurante… East 47.
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