Duérmete pronto mi amor
Que la noche ya llegó
Y cierra tus ojos que yo
De tus sueños cuidaré
Siempre a tu lado estaré
Y tu guardián yo seré
Toda la vida
Si un día te sientes mal
Yo de bien te llenaré
Y aunque muy lejos estés
Yo a tu sombra cuidaré
Siempre a tu lado estaré
Y tu guardián yo seré
Toda la vida
Esta noche
Te prometo que no vendrán
Ni dragones ni fantasmas a molestar
Y en la puerta de tus sueños yo voy a estar
Hasta que tus ojos vuelvan a abrir
Duérmete mi amor sueña con mi voz
Duérmete mi amor hasta que salga el sol
Duérmete mi amor sueña con mi voz
Duérmete mi amor que aquí estaré yo
Tu guardián. Juanes
Hoy, de camino al trabajo, venía escuchando esta canción y pensaba: ¡Que bueno es tener alguien a quien poder abrazar y dormir susurrando esta nana!. Y también lo es, saber que a ti te han cantado, no esta, pero sí tantas otras, porque eso significa que te han querido tanto como tu quieres ahora.
En un mundo como esté, que está tan loco y pasan tantas desgracias cada día, querer y sentirte querido es la mayor felicidad que podemos tener. A veces, se nos olvida que no hacen falta tantas cosas para ser feliz. Querer, sentirte amado y poder darte de vez en cuando algún pequeño capricho no me parece una mala fórmula de la felicidad.
Mi capricho de esta semana, una cena con mi marido. ¿Donde?, en La Chulapa de Alcalá, Madrid.
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